Esguince de tobillo, ¿Qué hacer?

¿Te has torcido el tobillo alguna vez? Hoy vamos hablar del esguince, más concretamente del de tobillo, aunque mucha de esta información es extrapolable a esguinces de otras articulaciones. Esperamos que con estos consejos sepas cómo actuar ante esta situación la próxima vez.

El esguince de tobillo es una patología muy frecuente dentro de la población en general, ya sea por la práctica de deporte como por actividades laborales de movimiento.

¿Cómo diagnosticar un esguince de tobillo?

Lo normal es diagnosticarlo a través de la sintomatología, con dolor, hinchazón en la zona de los ligamentos comprometidos, y en ocasiones, hematoma en la zona de lesión. Pero si acudimos a consulta unos días después, este diagnóstico puede dificultarse, pues estos mismos síntomas y signos clínicos se vuelven más difusos.

La radiografía sirve para DESCARTAR una fractura o fisura pero no se pueden ver los ligamentos.

¿Cuántos tipo o grados de esguinces de tobillo hay?

Existen diferentes grados de lesión (según que autor), tendremos diferentes grados de severidad:

• Grado I

Se produce una distensión o “estiramiento” del ligamento, no suele existir una laxitud articular y el paciente presenta dolor leve, puede caminar y en general hay síntomas escasos. Se produce la rotura de menos del 5% de las fibras.

En pocos días suele estar recuperado.

• Grado II:

Hay la rotura parcial del ligamento, aparece una pequeña inestabilidad articular y dolor moderado. Además síntomas de inflamación y dificultad para andar «de puntillas». Puede haber una rotura del 40%-50% de las fibras.

En este grado, el yeso no está indicado.

Su recuperación puede varias entre semana – meses.

• Grado III

Existe una rotura completa del ligamento con una laxitud articular manifiesta, dolor intenso, deformidad e hinchazón muy importante. Junto con una imposibilidad para caminar.

Se verifica con ecografía, dónde si se ven los ligamentos, y la necesidad de intervención quirúrgica.

¿Me pongo HIELO rápidamente tras el esguince de tobillo?

No somos muy partidarios de usar el frío cómo analgesia ni a modo antiinflamatorio. Aunque por supuesto, depende de la intensidad del esguince y en algunos casos, puede ayudar a evitar una inflamación exagerada. Aquí, indicamos aplicar frio en la primera hora tras realizar el esguince.

Te estarás preguntando el por qué y no sin razón. Durante muchos años se ha seguido el protocolo RICE (inmovilización – hielo – compresión – elevación), que actualmente, está totalmente anticuado.

El frío genera una vasoconstricción, limita la llegada de sangre a la zona de la lesión, lo que sí disminuye el dolor pero también la llegada de todos las sustancias necesarias para la inflamación. Y es el proceso inflamatorio fisiológico lo que permite recuperar y reparar la zona de lesión, en este caso, el esguince de tobillo.

Consejos tras un esguince de tobillo.

• Es importante acudir a tu médico para realizar el diagnostico, y seguidamente a tu fisioterapeuta para empezar el tratamiento cuanto antes.
• Utiliza cambios de temperatura (agua caliente y agua fría), empieza por agua fría y terminando por la misma.
• Evita la inmovilización prolongada. Es importante no utilizar yeso en las inmovilizaciones ya que enlentecerán el proceso de recuperación. Siempre utilizar elementos inmovilizadores que puedes retirar (vendajes, ortesis…). Empezar progresivamente con movimientos y ejercicios lo antes posible, impide que se generen adherencias, favorece la circulación y recuperación de los tejidos.
• La elevación, si puede estar indicada, pero debería ser por encima de la altura de la cadera. Y normalmente no suele ser así…
• Alimentación. Las sustancias que favorecen la inflamación, pero también que está se vaya resolviendo para crear las fibras de colágeno adecuadas en la reparación, provienen de lo que comemos. El omega 3 (pescado), los niveles vitamina D o C,….son factores indiscutibles en la rapidez de la resolución del esguince. No miento al decirte, que la alimentación es crucial antes del accidente….pues estas sustancias deberían ya encontrarse en el cuerpo antes de la lesión.
• Si el esguince no es agudo (dolor intenso de los primeros días), es importante que realices un trabajo propioceptivo si sigues notando molestias.
  1. Aquí tienes un ejercicio: si has sufrido un esguince de tobillo derecho, ponte sobre esa pierna y levanta la pierna buena. Tienes que mantener tu equilibrio haciendo que tu pie sea el que hace todo el trabajo. Si te resulta muy fácil, puedes complicar el ejercicio cerrando los ojos o lanzando una pelota contra la pared o con la ayuda de otra persona que te desequilibre.
  2. Si has sufrido un esguince en el ligamento lateral externo del tobillo, aquí tienes un ejercicio para reforzar la musculatura. Coloca un peso en el suelo (por ejemplo un paquete de garbanzos), te colocas lateralmente a él y debes empezar hacia el lateral sin separar la pierna, solamente con el pie. Estarás trabajando la musculatura peroneal.
• Acude a tu fisioterapeuta para una valoración, si el dolor continúa, y el esguince no termina de resolverse. Cuanto antes, más fácil recuperación.

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